miércoles, 8 de marzo de 2017

Dia de la Mujer

Las aportaciones de estas mujeres, algunas de ellas muy poco conocidas



  • Rosalin Franklin; la primera mujer que logró ejercer la profesión como médico en todo el mundo.
  • Elizabeth Blackwell, reconocida por encontrar un novedoso tratamiento para la poliomielitis.
  • Linda Buck; una de las investigadoras más destacadas a nivel mundial en síndrome de Down.
  • Elizabeth Kenny, investigó cómo las feromonas y los olores son detectados por la nariz antes de ser transmitidos al cerebro.
  • Mara Dierssen; se le recuerda principalmente por la "Fotografía 51", que sirvió como fundamento para la hipótesis de la estructura doble helicoidal del ADN.



martes, 7 de marzo de 2017

Prune belly, Síndrome del abdomen en ciruela pasa

En pediatría, el síndrome de Prune belly, traducido del inglés como síndrome del abdomen en ciruela pasa, es un trastorno congénito del aparato urinario, caracterizado por una tríada de síntomas: ausencia de músculos abdominales, criptorquidia y piel arrugada en el vientre. 

El síndrome recibe su nombre por razón de la masa de piel arrugada que con frecuencia se localiza en el abdomen de los niños afectados. 

Se conoce también como síndrome de deficiencia de la musculatura abdominal, ausencia congénita de músculos abdominales y síndrome de Eagle-Barrett, síndrome de Obrinsky, síndrome de Fröhlich y, ocasionalmente, síndrome de la tríada.


Esta anomalía es típica por la apariencia de la piel del abdomen de los bebés que la padecen:

  • La piel es redundante y deja ver a simple vista el aspecto y movilidad de casi todo el contenido del abdomen.
Dentro de las anomalías clásicas del síndrome, destacan las del tracto urinario por su gravitación clínica, su pronóstico y posibilidad de corrección quirúrgica; siendo las más frecuentes la displasia renal, hidronefrosis, dilataciones, elongaciones, tortuosidades, atresias y/o estenosis ureterales, reflujo vesicoureteral, también se ve con frecuencia un divertículo apical. El cuello de la vejiga es usualmente amplio en la unión de la uretra prostática, que generalmente esta dilatada y alargada, terminando en forma de embudo hacia abajo en un cambio brusco de calibre en la unión con la uretra membranosa, dando apariencia de valvas uretrales.

Puede haber falta de tejido prostático, en estos casos la uretra anterior usualmente está asociada con dilatación y/o estenosis de la uretra membranosa. A veces hay ausencia de cuerpo esponjoso con pene agrandado. La agenesia de músculos abdominales es variable, en su presentación sin embargo compromete con mayor frecuencia los músculos abdominales inferiores por ejemplo los rectos inferiores y los oblicuos, casi siempre de carácter simétrico. Se ha visto histológicamente que las aéreas más severamente afectadas muestran escasa ausencia total de las fibras musculares. Cabe hacer notar que este déficit muscular se hace también evidente en la musculatura lisa de la pelvis renal, uréter, vejiga y uretra prostática. EI síndrome es exclusivo del sexo masculino para ser verdadero, aunque se han descrito casos en mujeres, los cuales han sido catalogados como pseudosindrome.

El síndrome aparece en forma esporádica, frecuentemente asociada a otras malformaciones como mal rotación intestinal, deformidades del tórax, anomalías de las extremidades, cardiacas, poli y sindáctila, displasia de cadera, espina bífida, persistencia del uraco, mielomenigocele, onfalocele, malformaciones de ojos y oídos, atresia de coanas, y micrognatia, hipoplasia pulmonar, talipes equino varo, bandas de Ladd, anomalías valvulares, gastrosquisis, ano imperforado, defectos del sistema nervioso central y el síndrome de Berdon.
El síndrome de prune belly afecta aproximadamente 1 ser humano por cada mil nacidos vivos. Cerca de un 96% de los pacientes afectados son del sexo masculino.


Existe tres categorías de Síndrome de Prune Belly que corresponden a diferentes propuestas terapéuticas.

Categoría I

  • Antecedente de hidramnios prenatal
  • Hipoplasia pulmonar y neumotórax
  • Displasia renal importante.
  • Pueden tener obstrucción uretral completa, uraco dilatado y pié zambo.
Estos niños sobreviven solo unos días muriendo de complicaciones cardiopulmonares.
No requieren ningún tratamiento urológico. A lo sumo puede mantenerse vacía la vejiga con una cistostomía por punción, y mantener una expectación urológica de acuerdo a la evolución.
El tratamiento fundamental se basa en cuidados de asistencia cardiorespiratoria y evaluación de otras anomalías asociadas que deterioren la sobrevivencia.
En general, la escasa posibilidad de supervivencia, limita al extremo las tentativas terapéuticas de estos niños.

Categoría II

· Corresponden a los recién nacidos con posibilidad de supervivencia aunque cursen con abdomen dilatado, uroestasia, criptorquidea y reflujo vésicoureteral.
· Pueden tener displasia renal uni o bilateral que no empobrece la sobrevivencia inmediata.
· Pueden evolucionar con urosepsis, elevación de la urea y de la creatinina plasmática.
· Pueden necesitar una cistostomia por punción seguida de una vesicostomía incontinente, para mejorar la evacuación urinaria y aliviar el reflujo vésico ureteral.
· Esta conducta consigue mejorar los parámetros sanguíneos y la uroestasia.
· Si existe infección urinaria, orina residual importante y reflujo, la vesicostomia incontinente es la mejor medida a emplear.
· Con este simple procedimiento el cuadro revierte rápidamente y permite evaluar al niño al cumplir los cinco años.
· Excepcionalmente se debe emplear derivaciones altas como la nefrostomia, la pielostomia o la ureterostomia en ansa, que tienen muy precisas indicaciones.

Categoría III

· Los signos externos son atenuados o incompletos. · La uroestasis es moderada y no existe alteración de la función renal. · El síndrome incompleto se caracteriza por atrofia de la pared abdominal y criptorquídea sin estar asociado a displasias cardiopulmonares ni renales de importancia. · Pueden tener ureteropieloestasia pero no cursan con deterioro de la función renal. · La vejiga es hipoactiva y el residuo vesical puede ser controlado con una reeducación miccional.


Hernia de Bochdalek: Es la migración de vísceras abdominales hacia el tórax debido a la persistencia del conducto pleuro-peritoneal. Se manifiesta con signos de dificultad respiratoria progresiva, desde el nacimiento y con tendencia a la hipoxemia e inestabilidad sistémica refractaria, es más común del lado izquierdo y su elevada morbi-mortalidad se debe a hipoplasia e hipertensión pulmonar.


Diagnóstico

El síndrome del prune belly puede ser diagnosticado mediante un ultrasonido o ecosonograma cuando el bebé está aún en el útero. El indicador más prominente es una gran masa abdominal ocupante de espacio por razón de la presión de la orina acumulada. En niños pequeños, las frecuentes infecciones urinarias son a veces los indicadores iniciales del trastorno, debido a que dichas infecciones no son comunes en varones. La función renal puede verse afectadas determinadas por exámenes de laboratorio. Un test específico es el denominado cistouretrograma, en el que un catéter es insertado en la uretra para llenar la vejiga con un colorante. Un rayos X puede detectar si la orina tiene un flujo retrógrado hacia las uretras y riñones. El trastorno puede ocasionar distensión y agrandamiento de las vísceras internas, tales como la vejiga y los intestinos.

Tratamiento

Los pacientes con Síndrome Prune Belly pueden requerir operaciones de reconstrucción vesical, operaciones antirreflujo, de reforzamiento de las paredes abdominales y orquidopexia estética y profiláctica del cáncer del testículo retenido.
De un modo general la terapia correctiva consiste en el drenaje urinario, preferiblemente nefrectomías como primer paso, procedimientos plásticos en los uréteres y salida vesical. A veces es necesario nefrectomías en riñones displásicos unilaterales. La cistostomia y resección transuretral temprana crea una buena salida para todo el sistema y provee una descompresición satisfactoria, reportándose casos en que con este drenaje no requieren reconstrucción del tracto urinario, a pesar del sistema colector dilatado.
El pobre peristaltismo de los uréteres en el S.P.B. hace improbable que estos queden funcionales, por tanto, es casi inevitable que se requiera una derivación permanente a edad más avanzada. El reflujo vesicoureteral está presente en cerca del 70% de estos casos; sin embargo no se recomiendan reimplantaciones quirúrgicas. La capacidad ureteral es tal que la presión de vaciamiento no se transmite directamente a los riñones, por la pobre funci6n peristáltica de los uréteres. Se dice que el reflujo sin infección no lleva casi nunca a deterioro renal. Raras veces se requieren cirugías correctivas de pared abdominal, ya que en el correr de los años con la infiltración grasa subcutánea desaparecen las arrugas y aumenta el tono de la pared.
La laxitud de la pared también puede corregirse con facilidad con fajas. En ciertos casos de agenesia se ha hecho plicatura de la pared abdominal, pero solo con carácter estético sin esperar mejorar drenaje urinario. Si las infecciones pulmonares son repetidas, la plicatura puede justificarse para soportar una tos más efectiva y también puede facilitar la micción y defecación.

Fuente: 
  1.  . F. Eagle Jr, and G. S. Barrett; Jr: Congenital deficiency of abdominal musculature with associated genitourinary abnormalities: a syndrome; Reort of nine cases. Pediatrics, Evanston, Illinois, 1950, 6 (5): 721-736.
  2. Volver arriba
     W. Obrinsky. Agenesis of abdominal muscles with associated malformations of the genitourinary tract. A clinical syndrome. American Journal of Diseases of Children, Chicago, 1949, 77: 362-373.
  3. Volver arriba
     Frolich, F. Der Mangel der Muskeln, insbesondere der Seitenbauchmuskeln. Dissertation: Wurzburg 1839.
  4. Volver arriba
     Baird PA, MacDonald EC (1981). «An epidemiologic study of congenital malformations of the anterior abdominal wall in more than half a million consecutive live births». Am. J. Hum. Genet. 33 (3): 470-8. 
  5. Volver arriba
     ADAM Health Information Article (2007).(en español). URL accedida el 12 de marzo, 2008.
  6.  
    Saltar a:
    a b MedlinePlus (octubre de 2007).  Enciclopedia médica en español. Consultado el 12 de marzo de 2008.
 
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lunes, 6 de marzo de 2017

Candida auris


¿Puede un hongo ser la causa de una alerta sanitaria mundial? 

Candida auris lo es.

En los años 2016 y 2017 varias agencias nacionales e internacionales han emitido llamadas de alerta ante la aparición y expansión de un hongo, Candida auris, como causa emergente de infecciones graves, que se producen en brotes hospitalarios en pacientes críticos ingresados en UCI o en Unidades de Reanimación. 

En esta entrada voy a intentar exponer la situación real y algunos de los parámetros más importantes de este nuevo problema médico.
Las candidiasis invasoras son un problema médico importante con una alta mortalidad asociada al estado de salud de los pacientes, que suele ser malo, como a la virulencia del hongo (mortalidad entre 30-50 %). 

La incidencia anual es muy variable en los diferentes países pero se estima entre 20 y 200 pacientes que sufren candidiasis invasora por millón de habitantes. 
Esta incidencia es mayor en países como España, Dinamarca o Estados Unidos. 

Candida albicans causa la mitad aproximadamente de estas enfermedades. Otras especies como Candida parapsilosisCandida glabrata o Candida tropicalis son importantes tanto por su frecuencia que va en aumento como por la menor eficacia de los fármacos antifúngicos contra ellas. 

Candida auris es una especie de reciente asociación con la enfermedad humana. Los primeros casos descritos se han producido en la primera década del siglo XXI y estamos asistiendo a una descripción de aparición de brotes infecciosos hospitalarios en un número cada vez mayor de países en todos los continentes. 
¿Por qué se produce este estado de preocupación?
Se produce porque Candida auris es un hongo patógeno con una serie de propiedades que sugieren que estamos ante un problema muy serio.
¿Cuáles son las propiedades más importantes de Candida auris?
Podemos resumirlas en las siguientes:
  • Es un hongo capaz de sobrevivir y persistir en el ambiente hospitalario.
  • Aunque no se conoce bien el mecanismo de transmisión, todos los datos indican al contacto como el más probable. 
  • Candida auris tiene la capacidad de ser transmitida entre personas y desde el ambiente y los objetos (fómites) contaminados a las personas
  • Causa brotes de infecciones hospitalarias en UCI y Unidades de Reanimación
  • Es un hongo difícil de identificar con los métodos habituales de laboratorio
  • Presenta una resistencia intrínseca o adquirida elevada a varios fármacos antifúngicos utilizados en la primera línea del tratamiento de las candidiasis invasoras
  • Son frecuentes los fracasos terapéuticos
  • La mortalidad es elevada, hasta del 70 % en algunos de los brotes nosocomiales publicados.
¿Cuál es el origen del nombre Candida auris?
Candida auris se aisló por primera vez de una muestra ótica, de un paciente japonés que padecía una infección del oído (otitis). El «apellido» auris procede de la palabra latina Auris (oreja, oído).
¿Qué enfermedades causa Candida auris?
Candida auris puede colonizar de forma transitoria o persistente la piel y las mucosas humanas, pero puede causar infecciones leves de heridas, sobre todo quirúrgicas, de oído y otras infecciones superficiales. 

Además causa infecciones graves por diseminación por la sangre (candidemia) con posterior invasión y multiplicación en uno o varios órganos corporales (candidiasis invasora).
¿En qué países se han descrito infecciones por Candida auris?
Se han descrito infecciones leves, moderadas y graves por Candida auris en un número creciente de países africanos, americanos, asiáticos y europeos. 

Después de la descripción del primer caso en Japón en 2009, se han encontrados casos previos que habían sido mal clasificados etimológicamente en Corea del Sur (2008), y nuevos casos en Corea del Sur (2011), India (2013), Pakistán (2013), Sudáfrica (2014), Kenia (2014), Kuwait (2014), Venezuela (2015), Reino Unido (2015), Colombia (2016), España (2016), Israel (2016) y Estados Unidos (2016).

En algunas ocasiones, la infección se ha manifestado en racimos o brotes que afectaron a varios pacientes ingresados en unidades de pacientes críticos (UCI y Unidades de Reanimación). 

Entre los brotes hospitalarios o nosocomiales que han afectado a un número importante de pacientes (más de 40) se encuentran el ocurrido del Royal Brompton Hospital (Londres, Reino Unido) que comenzó en 2015 y el del Hospital La Fe (Valencia, España) que comenzó en 2016. En ambos casos, el brote continúa.
¿Qué personas tienen un riesgo más elevado de sufrir candidiasis por Candida auris?
Aunque poseemos datos todavía limitados, Candida auris, al igual que otras especies de Candida, coloniza e infecta sobre todo:
  • A personas que han sido intervenidas quirúrgicamente y están hospitalizadas en UCI y Unidades de Reanimación,
  • Y/o que reciben múltiples tratamientos farmacológicos, sobre todo con antibióticos de amplio espectro y/o corticoides a dosis altas,
  • Y/o reciben tratamiento o nutrición parenteral a través de catéteres intravenosos,
  • Y/o que padecen enfermedades graves metabólicas o inmunitarias (diabetes, neutropenia, inmunodeficiencia, etc.)
Aunque estas candidiasis se han descrito en pacientes de cualquier edad y género, los pacientes quirúrgicos, los niños prematuros y los ancianos enfermos tienen un riesgo más elevado.
¿Cómo se diagnostica una candidiasis por Candida auris?
Las candidiasis por Candida auris se diagnostican igual que otros tipos de candidiasis: mediante una sospecha clínica basada en los antecedentes del paciente, la presencia de enfermedades subyacentes graves o crónicas con complicaciones que puedan predisponer a esta micosis, y en datos de imagen y de laboratorio compatibles con una candidiasis invasora después de la realización de cultivos de las muestras clínicas, sobre todo de sangre, y la detección de biomarcadores fúngicos.
La detección de biomarcadores como el betaglucano, el manano y los anticuerpos antimanano o los anticuerpos antimicelio pueden ser de ayuda. 

El aislamiento en cultivo a partir de sangre y otras muestras habitualmente estériles significativas de enfermedad invasora confirmaría el diagnóstico. 

En muchos pacientes, Candida auris se aísla de cultivos de vigilancia de mucosas y piel antes de que se produzca la infección.
Candida auris se aísla en los medios de cultivo habituales del laboratorio de Microbiología clínica. Los aislamientos de Candida auris suelen crecer formando colonias rosas o púrpuras débiles en medios cromógenos como CHROMagar Candida. 

No desarrollan tubo germinal en suero o en RPMI y crecen a 42 °C. 

Estas tres características podrían orientarnos a un diagnóstico presuntivo rápido. Sin embargo, su identificación a partir de sus propiedades fisiológicas con los métodos comercializados más habituales, como AuxaColor, API ID20C, ATB ID32C, Vitek MS, BD Phoenix, etc., proporcionan una identificación errónea.
Entre las identidades que nos deben hacer sospechar que se ha aislado Candida auris están aquellos aislamientos que crecen a 42 °C y han sido previamente identificados por métodos fisiológicos como Candida haemuloniCandida sakeCandida guilliermondiCandida famataSaccharomyces cerevisiae o Rhodotorula glutinis

Aunque cualquier aislamiento que no haya sido identificado como Candida albicans o Candida glabrata podría ser Candida auris.
La identificación definitiva debe realizarse por métodos moleculares, mediante la secuenciación de la región ITS o del dominio D1/D2 del ADN ribosómico. Si Candida auris está incluida en la base de datos de especies (no siempre lo está), es posible la identificación por MALDI-TOF.
Si estas metodologías no están disponibles en un laboratorio hospitalario de Microbiología clínica, lo indicado es enviar el aislamiento a un laboratorio de referencia.
¿Cuál es el tratamiento apropiado de una candidiasis causada por Candida auris?
El tratamiento de las candidiasis invasoras por Candida auris supone un reto clínico importante. Candida auris es un hongo que puede ser resistente o multirresistente a los fármacos antifúngicos de primera línea en el tratamiento de las infecciones fúngicas graves. 

Más del 90 % de los aislamientos clínicos de Candida auris son resistentes a fluconazol y se han descrito infecciones por esta especie en pacientes que ya recibían profilaxis con fármacos antifúngicos («candidiasis de brecha»). 

Una mínima proporción de aislamientos muestra resistencia in vitro a las tres clases importantes de fármacos antifúngicos: polienos (anfotericina B), azoles (fluconazol y voriconazol) y equinocandinas (anidulafungina, caspofungina y micafungina). 

Estos aislamientos multirresistentes (MDR) son un problema terapéutico muy serio.
El tratamiento dirigido debería tener en cuenta la situación hemodinámica del paciente y la sensibilidad in vitro del aislamiento concreto de Candida auris implicado en la infección de cada paciente. 

Aunque las equinocandinas (anidulafungina, caspofungina y micafungina) ofrecen una mayor garantía terapéutica es muy importante conocer la sensibilidad in vitro a los fármacos antifúngicos del hongo aislado de las muestras clínicas de cada paciente que sufre candidiasis por Candida auris.
¿Cómo se previene la transmisión de Candida auris dentro de los hospitales?
La transmisión intrahospitalaria se previene mediante la implantación de las medidas, de control y prevención de la infección, denominadas de «barrera».
Es recomendable que los pacientes infectados o colonizados por Candida auris estén en habitaciones individuales con medidas de aislamiento.
El personal sanitario debe utilizar bata y guantes desechables, y en caso de riesgo de salpicaduras de fluidos corporales, mascarilla, protector facial, calzas y gorro. 

El personal de limpieza y de asistencia de los pacientes o las visitas autorizadas, deberá tomar las mismas precauciones.
Deben realizarse estudios de vigilancia microbiológica de los pacientes ingresados en servicios donde se hayan detectado casos de colonización e infección por este hongo. 

El aislamiento del paciente se mantendrá hasta que los cultivos de vigilancia diarios, de secreciones respiratorias, muestras orofaríngeas, orina, sangre, etc., sean negativos tres veces seguidas. 

Se mantendrán posteriormente los cultivos de vigilancia semanales. Se realizarán medidas de desinfección cutánea y mucosa con clorhexidina de los pacientes.
La descontaminación ambiental se realizará mediante limpieza extrema con agua y jabón y posterior uso de productos clorados de suelos y superficies, tres veces al día. 

Es importante la limpieza del material, equipo y aparatos después de la utilización con el paciente colonizado o infectado.
Fuentehttp://www.investigacionyciencia.es

Hombre con Parkinson prueba Marihuana

Cáncer de cuello de útero

Qué es ?

El cérvix o cuello uterino es la parte inferior del útero que forma el canal que lleva a la vagina. La mucosa que recubre el cérvix está en continuidad con la vagina y se denomina ectocérvix, mientras que la que recubre el conducto o canal cervical que lleva hasta la cavidad del cuello uterino, se denomina endocérvix.
En este tipo de cáncer, la mayor parte de los tumores surgen en la zona donde se une el ectrocérvix con el endocérvix dando lugar a carcinomas de células escamosas.
El cáncer se produce cuando las células normales del cuello del útero empiezan a transformarse y crecen de manera descontrolada.

Incidencia

Este tipo de cáncer es más frecuente en mujeres entre los 40 y los 55 años de edad. En la actualidad, es el sexto cáncer más frecuente en España, por detrás del de mama, pulmón, colorrectal, endometrio y ovario. De hecho, tal y como explica la oncóloga Isabel Bover, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), este tipo supone el 3,7 por ciento de todos los cánceres femeninos, aunque su incidencia varía según la provincia.
“Las de menor incidencia son Navarra y Zaragoza con 4 o 5 casos por cada 100.000 habitantes”, afirma Bover. “La provincia con mayor incidencia es Baleares (concretamente Mallorca) con 13,6 casos por cada 100.000 habitantes”.
Las razones que explican que haya esta variación entre provincias se debe a las diferencias socioculturales de la población, como los hábitos sexuales, las dificultades para desarrollar programas de cribado o el mayor o menos número de parejas de la mujer.
A nivel mundial, las áreas con mayor mortalidad recaen en Latinoamérica, África y el Sudeste Asiático.

Causas

Existen algunos factores de riesgo que están relacionados con la incidencia del cáncer de cuello de útero. El más importante que participa en el desarrollo de lesiones premalignas es la infección por papilomavirus o virus del papiloma humano (VPH). Tal y como señalan desde SEOM, el VPH está presente en el 99 por ciento de los casos de cáncer de cérvix.
El VPH se transmite de persona a persona mediante las relaciones sexuales y el riesgo de infección aumenta si la actividad sexual comienza a edades tempranas, la mujer tiene muchos compañeros sexuales, o mantiene relaciones con un hombre que ha tenido muchas parejas, y mantiene una relación sexual con un hombre que tiene verrugas en el pene.
“La mayoría de las infecciones por VPH se resuelven espontáneamente”, afirma Bover. “Se desconocen los motivos por los que sólo algunas infecciones progresan a alteraciones malignas”.
El riesgo aumenta entre el final de la adolescencia y la mitad de los 30 años. Con 40 años la posibilidad de desarrollarlo sigue existiendo por lo que desde la sociedad recomiendan continuar con las citologías y chequeos para la detección precoz.
Otros factores que podrían causar este tipo de cáncer son:
  • El consumo de tabaco: Las mujeres que fuman tienen dos veces más posibilidades de desarrollar el cáncer que las no fumadoras.
  • La promiscuidad sexual: Las mujeres con muchas parejas sexuales o que mantengan relaciones sexuales con un hombre que ha tenido muchas parejas sexuales tienen más riesgo.
  • Edad precoz de inicio de relaciones sexuales.
  • Mujeres que tienen el sistema inmunológico debilitado por el uso de medicamentos utilizados en otras patologías, así como el tratamiento para el VIH u otros tipos de cáncer.
  • Mujeres con herpes genital.
  • Utilizar anticonceptivos orales aumenta las probabilidades de desarrollar cáncer de cuello de útero.

Síntomas

Casi todas las mujeres no tienen síntomas en los primeros estadios de este tipo de cáncer. La oncóloga Isabel Bover indica que los síntomas no aparecen hasta que el cáncer se ha extendido a otros tejidos y órganos.
Las manifestaciones que puede tener la mujer son:
  • Manchas de sangre o sangrado leve entre las menstruaciones o después de la misma.
  • Dolor al mantener relaciones sexuales.
  • Tener un sangrado menstrual más largo y abundante de lo normal.
  • Sangrar después del coito o durante el examen pélvico en la consulta del ginecólogo.
  • Aumento de la secreción vaginal.
  • Sangrar después de la menopausia.
La especialista señala que cuando aparecen estos síntomas, y aunque se parezcan a otros de patologías no tan graves, conviene que acuda al médico para comunicárselo con la mayor brevedad posible.

Prevención

Prevenir este tipo de cáncer es posible a través de la detección precoz de alteraciones celulares en la citología y administrando la vacuna contra el VPH.
En la actualidad hay dos formas comercializadas de la vacuna:
  • Gardasil previene la aparición de displasias cervicales de alto grado, carcinomas cervicales, lesiones displásicas vulvares y vaginales de alto grado y verrugas genitales causadas por los tipos de VPH 6, 11, 16 y 18. Estos dos últimos tipos de VPH causan el 70 por ciento de las muertes por este tumor.
Esta vacuna se dirige a niñas y mujeres de entre 9 y 26 años siendo cien por cien eficaz en aquellas que no hayan mantenido relaciones sexuales y que, por tanto, no hayan estado expuestas al virus.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) estableció que su uso estaba contraindicado en el caso de pacientes con síndrome coronario agudo, como angina o infarto de miocardio. Tampoco está recomendada en personas con enfermedad cardiaca isquémica y/o enfermedad arterial periférica, y su combinación con insulina debe darse sólo en casos excepcionales.
“Esta vacuna se administra mediante tres inyecciones intramusculares en un periodo de seis meses. La necesidad de revacunación dependerá de los resultados de los estudios que se están realizando en la actualidad”, señala Bover. “Existen datos que indican que la inmunidad contra el VPH dura un mínimo de 3 a 5 años”.
  • Cervarix está igualmente indicada para la prevención de las lesiones premalignas del cuello de útero y del cáncer de cérvix, relacionados causalmente con los tipos 16 y 18 de VPH y ofrece además protección cruzada frente a los tipos 31, 33 y 45. Induce niveles de anticuerpos en un orden de magnitud mayor que los encontrados tras una infección natural en mujeres de hasta 55 años, aunque el nivel de anticuerpos en sangre es mayor en los intervalos de edad de entre 10 y 14 años.
Entre sus particularidades, presenta un innovador sistema adyuvante AS04, que confiere gran potencia y duración a la inmunización. Consta, al igual que Gardasil, de tres dosis, adquiridas en la farmacia.

Tipos

Dependiendo del origen del tumor existen dos tipos de cáncer de cérvix:
  • Carcinoma epidermoide: Localizado en el ectrocérvix y el fondo de la vagina. Este tipo se da en el 85 por ciento de los casos.
  • Adenocarcinoma: Se origina en las células situadas en el canal cervical, en el interior del cuello del útero. Aparece en el 15 por ciento de las situaciones.

Diagnóstico

Las pruebas de Papanicolaou (Pap) pueden detectar de forma exacta y poco costosa hasta un 90 por ciento de los cánceres de cérvix, incluso antes de que aparezcan los síntomas. En consecuencia, el número de muertes por esta enfermedad se ha reducido en más del 50 por ciento.
Es recomendable que las mujeres se hagan su primera Pap cuando comienzan a ser sexualmente activas o a partir de los 18 años y que lo repitan sucesivamente una vez al año. Si los resultados son normales durante 3 años consecutivos, entonces la prueba puede espaciarse y realizarla cada 2 o 3 años, siempre que no se cambie el hábito de vida. Si todas las mujeres se sometieran a la Pap de forma periódica podrían eliminarse las muertes causadas por esta clase de cáncer. Sin embargo, casi el 40 por ciento de las mujeres de los países desarrollados no se hace la prueba regularmente.
Si se encuentra una masa, una úlcera u otra formación sospechosa sobre el cuello uterino durante una exploración pélvica, o si los resultados de las Pap indican una anomalía o cáncer, se debe realizar una biopsia (extracción de una muestra de tejido para examinarla al microscopio).
La muestra de tejido se obtiene durante una colposcopia, intervención terapéutica en la que se usa un tubo de visualización con una lente de aumento (colposcopio) para examinar el cuello interno del útero minuciosamente y escoger el lugar idóneo de la biopsia.
Se realizan dos clases de biopsia: la biopsia en sacabocados, en la que se extrae una diminuta porción del cuello uterino que se selecciona visualmente con el colposcopio, y el legrado endocervical, en el que se raspa el tejido del canal del cuello inaccesible visualmente. Ambos procedimientos son un poco dolorosos y producen una pequeña hemorragia, aunque juntos suelen proporcionar suficiente tejido para que el patólogo establezca un diagnóstico.
Si éste no resulta claro, se realiza una conización, en la que se extrae una mayor porción de tejido. Por lo general, esta biopsia se realiza mediante escisión electroquirúrgica en la propia consulta del médico.
Una vez que se ha establecido el diagnóstico, se deben determinar el tamaño y la localización exacta del cáncer (es decir, se realiza un estadiaje). El proceso se inicia con una exploración física de la pelvis y varias pruebas (cistoscopia, radiografía de tórax, pielografía intravenosa, sigmoidoscopia) para determinar si el cáncer cervical se ha extendido a otras estructuras circundantes o a partes más distantes del cuerpo. Asimismo, pueden realizarse otras pruebas, como una tomografía computarizada, un enema con papilla de bario y radiografías de huesos e hígado, dependiendo de las características de cada caso.

Tratamientos

Según la oncóloga Isabel Bover, la elección del tratamiento dependerá del tamaño del tumor, de la localización, del estado del paciente y de si quiere tener hijos.
Las opciones actuales son la cirugía y la radioterapia y, en algunas ocasiones, la quimioterapia. “La decisión sobre el tratamiento suele decidirse por consenso entre especialistas (ginecólogo, radioterapeuta y oncólogo médico)”, señala Bover. “La cirugía y la radioterapia son tratamientos locales que sólo afectan al área del tumor, mientras que la quimioterapia afecta a todo el cuerpo”.

Cirugía

Dependiendo del estadio de la enfermedad y de la extensión del tumor el especialista puede extirpar sólo el tejido maligno, el cuello cervical completo, el útero (preservando o no los ovarios y las trompas) y los ganglios linfáticos regionales.
Los tipos de cirugía que se pueden realizar según especifican desde SEOM son:
  • Conización: Este método es una biopsia en cono que se realiza si el cáncer es microinvasivo.

  • Cervicectomía radical o traquelectomía: Esta cirugía se utiliza para extirpar el cuello uterino y dejar intacto el útero pero diseccionando de los ganglios linfáticos pélvicos. Puede utilizarse en mujeres jóvenes que desean preservar la fertilidad y siempre que sea posible, según el tamaño del tumor. Este procedimiento ha logrado aceptación como alternativa a la histerectomía en estas situaciones.

  • Histerectomía: Puede ser simple (sólo se extrae el útero y el cuello uterino) o radical (incluye la extirpación del útero y cuello uterino, parte superior de la vagina, el tejido el tejido que rodea al cuello del útero y los ganglios linfáticos pélvicos). En los casos en los que se extirpen las trompas de Falopio y los ovarios (opcional, según la edad de la paciente) se realizará de modo simultáneo a la histerectomía.

  • Exenteración pélvica: Se extirpa el útero, vagina, colon inferior, el recto y/o la vejiga, si el cáncer se ha diseminado a estos órganos tras la radioterapia.

Radioterapia

La radioterapia puede utilizarse sola, como tratamiento único antes de la cirugía o en combinación de quimioterapia.
Este tipo de tratamiento puede tener efectos secundarios en la mujer y dependen de la dosis y de la parte del cuerpo donde se administre. Los más comunes son cansancio, piel seca o enrojecida, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, molestias urinarias y diarrea. Estos efectos suelen desaparecer una vez que el tratamiento ha finalizado.
Durante el tratamiento es aconsejable evitar las relaciones sexuales que se pueden reanudar transcurridas unas semanas desde que ha finalizado el tratamiento”, especifica Bover.

Quimioterapia

Suele administrarse para eliminar las células malignas por vía intravenosa para que se traslade al torrente sanguíneo con la finalidad de destruir las células que pudieran quedar tras la cirugía o radioterapia.
Los efectos secundarios más comunes son náuseas, vómitos, diarrea, fatiga, pérdida de apetito, leucocitos o hemoglobina bajos, sangrado o hematomas, adormecimiento o cosquilleo en manos y pies, dolor de cabeza, pérdida del cabello y oscurecimiento de la piel y las uñas. Estos síntomas no aparecen de forma simultánea y suelen desaparecer al finalizar la terapia.
Otros posibles efectos son que la paciente puede tener imposibilidad para quedarse embarazada y menopausia prematura.

Tratamiento en mujeres embarazadas

En estas situaciones conviene estudiar empezar el tratamiento una vez que ha nacido el bebé. Desde SEOM indican que el tratamiento del tumor y el momento para efectuarlo dependerá del estadio de la enfermedad, la fase del embarazo y los deseos de la futura madre.

Otros datos

Pronóstico

Gracias al aumento de los cribados y del comienzo del tratamiento en las fases tempranas del cáncer, la mortalidad se ha reducido mucho en los últimos cincuenta años en los países desarrollados.
En la actualidad la supervivencia a cinco años en todos los estadios del cáncer es del 71 por ciento y si se detecta en una fase temprana tiene una supervivencia a cinco años del 92 por ciento.

Vida sexual de la mujer

Este tipo de tumor aparece en mujeres relativamente jóvenes por lo que puede afectar a la vida sexual y a la fertilidad por lo que el tratamiento de la disfunción sexual deberá abarcar tanto el aspecto físico y psicológico, tal y como señala la oncóloga Isabel Bover.

Fuente: cuidateplus.com