martes, 28 de febrero de 2017

Canalización catéter umbilical venoso

La obtención de un acceso vascular en el recién nacido (RN) es imprescindible en las unidades de cuidados intensivos neonatales, tanto para la infusión de fármacos, fluidos o nutrición parenteral, como para la monitorización hemodinámica del niño, extracciones sanguíneas y exanguinotransfusión.

El catéter umbilical es la vía de elección de un recién nacido (RN), que se encuentre críticamente enfermo. Se trata de un catéter central de corta duración que se introduce a través de la vena o arteria umbilical. Aunque la canalización de estos catéteres es realizada por el pediatra, es la enfermera la encargada del correcto funcionamiento de éste, así como de sus cuidados y vigilancia de complicaciones.
El objetivo de dicha técnica es conseguir un acceso vascular rápido, ya sea para la administración de medicación y soluciones así como para medir parámetros vitales invasivos.

INTRODUCCIÓN:
El cordón umbilical es una estructura de aspecto en forma de espiral, tamaño variable (en promedio, a término, alcanza alrededor de 50 cm de longitud), 2 cm de diámetro aproximado y peso alrededor de 100 gramos. Une el embrión o feto a la placenta y está compuesto por dos arterias (de menor calibre) y una vena. Estos vasos sanguíneos se hayan rodeados por un tejido conjuntivo y mucoso, la llamada gelatina de Wharton. Tiene como función principal aportar los nutrientes y el oxígeno necesarios para el buen desarrollo fetal.
En las arterias circula la sangre venosa y en la vena, la sangre oxigenada. Por medio de ellas la sangre fluye en dirección a la placenta, alcanza el sistema sincitiocapilar de las vellosidades coriónicas, donde la sangre es oxigenada y retorna por la vena umbilical, transportando los nutrientes necesarios para un adecuado desarrollo fetal
Las arterias umbilicales se originan de los vasos ilíacos internos del feto. La vena umbilical alcanza el hígado fetal (circulación portal) y se une al ducto venoso para desembocar en la vena cava inferior. La sangre oxigenada se mezcla al resto de la sangre proveniente de las partes inferiores del cuerpo fetal y alcanza el corazón por la vena cava inferior.
La mayor parte de la sangre oxigenada entra en la aurícula derecha y es dirigida a la aurícula izquierda a través del foramen oval. El resto se une a la sangre no oxigenada proveniente de la vena cava superior, alcanza el ventrículo derecho, la arteria pulmonar y, a través del ducto arterioso, es desviada hacia la aorta y retorna hacia la placenta por las arterias umbilicales.
El acceso vascular central a través de los vasos umbilicales ha sido el primero y más empleado en neonatos durante muchos años. La primera descripción de esta vía la realizó Diamond en 1947 y Kitterman et al. en 1970 ya referían el empleo de catéteres umbilicales como una práctica habitual en las unidades neonatales.
Actualmente si bien es una técnica habitual en las unidades neonatales se ha limitado su tiempo de permanencia, para disminuir las complicaciones y se han sustituido por el uso de catéteres centrales de inserción periférica.
En las unidades de neonatología la canalización umbilical se ha convertido en el acceso venoso central de elección durante las primeras horas de vida ya que permite de un modo inmediato la infusión de fluidos y medicación de urgencia.
Se trata de un catéter central de corta duración que se introduce a través de la vena o arteria umbilical. Se deben colocar en las primeras horas de vida, porque con posterioridad los vasos umbilicales se colapsan, y retirarlo cuanto antes para evitar el riesgo de infecciones y complicaciones.
Se trata de un procedimiento rápido que nos proporciona una vía segura.
Tiene una serie de indicaciones; y la decisión de canalizar arteria umbilical o vena umbilical dependerá de la finalidad que se persiga con dicha técnica.

Se canalizará catéter arterial en los siguientes casos:
  • Si el neonato requiere asistencia respiratoria
  • Si el neonato requiere monitorización de gases arteriales y de la tensión arterial.
  • Si el neonato requiere medicación vasoactiva., incluso como acceso vascular en el caso de no contar con ningún otro acceso.
Se elegirá canalizar el catéter venoso en estos casos:
  • Si el neonato es un gran prematuro.
  • Si se prevee que va a necesitar alimentación parenteral (se usaría como vía central).
  • En caso de necesitar medicación de urgencia o agresiva para el neonato.
  • En caso de precisar una exanguinotransfusión.
  • En el caso de no poder contar con una via periférica.
Como la gran mayoría de procedimientos cuenta con las siguientes contraindicaciones: alteraciones umbilicales (Onfalocele, Onfalitis), patologías que comprometan la región abdominal como la enterocolitis necrosante, peritonitis, recién nacidos que no requieran controles frecuentes de gases en sangre ni motorización continua.
El material a utilizar en el procedimiento consiste en: gorro y mascarilla, guantes estériles, bata estéril, compresas y gasas estériles, paquete quirúrgico (paños de campo, paño fenestrado), pinzas de disección con/sin dientes, pinzas tipo Adson con/sin dientes, pinza tipo mosquito curva, tijeras, porta-aguja, hoja y mango de bisturí, seda para suturas 3/0, válvula antirreflujo, jeringas (2, 5 y 10ml), cordonete para ligar la base del cordón, esparadrapo de tela para la fijación, solución antiséptica tipo Clorhexidina y suero fisiológico.
Respecto a los catéteres que se utilizan: para el catéter arterial 2,5F para neonatos que pesan menos de 1200 gramos y 3,5 para neonatos que pesan más de 1200 gramos. Y en cuanto al catéter umbilical venoso 5F para neonatos que pesan menos de 3500 gramos y 8F para neonatos que pesan más de 3500 gramos. De una luz, de dos o tres luces.
Lo primero de todo es colocar al recién nacido en superficie firme, decúbito supino, con inmovilización de las extremidades que permitan cierta flexión. Facilitar la visión, sobre todo las extremidades inferiores, para valorar vasoespasmo (en canalización arterial).
En incubadora o cuna térmica evitando la hipotermia. Monitorización del recién nacido de manera continua y preparación de la mesa estéril con el material descrito.
Limpieza y desinfección de la zona umbilical y la piel de alrededor. Instalar el campo estéril alrededor del ombligo, dejando expuestos los pies y la cabeza.
Medir la distancia hombro-ombligo (incluyendo el muñón umbilical) para conocer la longitud a introducir el catéter arterial y/o venoso: 2/3 de la distancia hombro-ombligo para la posición baja. 2/3 de la distancia hombro-ombligo + distancia ombligo-apéndice xifoides para posición alta (en cateterismo arterial).
Es preferible la colocación del catéter arterial en posición alta por presentar menor riesgo. En caso de no disponer de medio ni tiempo para la medición se puede optar por estas fórmulas:
    • Arterial: Peso X 3 + 9 (alta) //  peso X 3 + 7 (baja)
    • Venoso: Peso X 1.5 + 5.5
Colocar el cordonete (o seda) en la base del cordón, ajustada para minimizar la pérdida de sangre y floja para poder introducir con facilidad el catéter a través del vaso. Cortar el cordón umbilical con tijeras o bisturí, dejando en torno a 1cm desde la base. Por lo general el bisturí permite un corte más limpio, de modo que resulta más fácil visualizar los vasos.
Mantener el cordón umbilical erecto y estable (se puede utilizar el mosquito curvo), permitiendo visualizar la vena y arterias del mismo (un cordón normal tiene 2 arterias y una vena que suele ser de mayor calibre). Dilatar la arteria con pinzas de Adson (en caso de canalización arterial).
Introducir el catéter (previamente purgado) según la medida calculada, con ayuda de las pinzas. Ejercer ligera presión (en canalización venosa es menor). El catéter arterial se coloca de dos maneras. En el llamado “cateterismo bajo” la punta del catéter se localiza por debajo del nivel de L3 o L4. En el “cateterismo alto” la punta se localiza por arriba del diafragma en el nivel de D6 a D9. La posición correcta para el catéter venoso es con la punta del catéter a 0,5-1cm por arriba del diafragma.
Comprobar permeabilidad del vaso extrayendo una pequeña cantidad
Fijar el catéter según protocolo del servicio. Se puede realizar de forma convencional realizando un puente con cinta adhesiva, dicho puente permite el visualizar la zona del muñón umbilical y realizar los cuidados necesarios. Esta fijación se situara en torno a 1 cm de la base del cordón.
Otra fijación, se realizaría utilizando una seda de 3/0 y una cinta adhesiva enfrentada. Dicha técnica evita el contacto de cinta adhesiva con la piel del recién nacido; y se usará en prematuros con piel muy lábil o lesiones.
Realizar una radiografía de tórax y abdomen para verificar la posición correcta del catéter venoso.
Registro del procedimiento, calibre del catéter y centímetros introducidos.
En cuanto a los cuidados de enfermería, hay que mantener la máxima asepsia posible en cada manipulación, mediante lavado de manos y uso de guantes estériles, desinfección de conexiones, cambios de circuitos cada 24 horas (comprobar el correcto funcionamiento del catéter y equipo de infusión), protección de las llaves con gasas o compresas estériles, disminuir el número de llaves de 3 luces.
Asegurar la correcta fijación y localización del catéter por turno, así como asegurar todas las conexiones y pinzar o cerrar la luz del catéter en las desconexiones.
Limpieza y desinfección diaria del muñón y controlar signos de infección como hiperemia en la piel y supuración. Valorar apósitos. Para evitar complicaciones retirar los catéteres lo antes posible.
Mientras el recién nacido sea portador del catéter no se colocará en decúbito prono, sino de manera, que la zona de inserción de los catéteres estén siempre visibles.
Vigilar periódicamente la coloración de las extremidades inferiores (palidez o cianosis) para detectar precozmente la aparición del posible vasoespasmo producido por el catéter arterial. Si esto sucediera, se procedería a envolver la extremidad contraria con compresas templadas, si no se observara mejoría retirar el catéter.
Entre las posibles complicaciones potenciales que se pueden presentar están: hemorragia, infección, trombosis renal o aórtica, vasoespasmo (puede llegar a producir la pérdida de una extremidad inferior, en el caso de una arteria umbilical, aunque no suele ser muy frecuente), perforación intestinal, embolia aérea, necrosis hepática (por enclavamiento del catéter en hígado), enterocolitis necrotizante, arritmias cardíacas producidas por introducir el catéter demasiado de modo que irrita las paredes del corazón.
Para evitar las complicaciones descritas los catéteres umbilicales se retirarán tempranamente, en caso de necesitar un acceso venoso prolongado se procederá a la canalización de un catéter epicutáneo antes de su retirada. La retirada de estos catéteres es un procedimiento realizado exclusivamente por enfermería, por eso es importante el correcto conocimiento de su técnica.

CONCLUSIONES:
Para el personal sanitario de las unidades de intensivos neonatales la canalización umbilical es una técnica frecuente, por ello es muy importante que las enfermeras conozcan esta técnica y los correctos cuidados que precisa, con el fin de reconocer tempranamente las posibles complicaciones derivadas.
Los avances actuales en la canalización vascular del recién nacido han supuesto una gran ayuda en el incremento de su supervivencia. La canalización umbilical se ha convertido en el acceso venoso central de elección durante las primeras horas de vida del recién nacido.
BIBLIOGRAFÍA:
  1. Cunha A, Manuel F, Mauad F, et al. Cordón umbilical y membranas. Capítulo 15: 177-180
  2. López VC, Mimón I, Ros R, et al. Protocolo de canalización y cuidados de enfermería de catéteres umbilicales. Enfermeria integral. Valencia nº. 89, 2010: 8-11
  3. B.Fernández Colomer et al. Grupo de hospitales Castrillo. Estudio prospectivo sobre catéteres umbilicales en el recien nacido. Anales Españoles de pediatría. Vol.53, Nº5, 2000: 470-478.
  4. Sánchez C, Carbonell X, Esqué MT, Barjau M, Mingueza J, Giraldó L. Catéteres invasivos en el recién nacido. An Esp Pediatr 1999; 51: 382-388.
  5. Canalización de catéteres umbilicales. Disponible en: http://ylang-ylang.uninorte.edu.co:8080/perseo/images/guias/pediatria/CANALIZACION_DE_CATETERES_UMBILICALES.pdf
  6. Egan F. Revisando técnicas: canalización venosa y arterial umbilical. Revista de enfermería. 13-16.
  7. C. Sánchez García-Vao, X. Carbonell Estrany, Mª T. Esqué Ruiz et al. Catéteres invasivos en el recién nacido. Medicina Fetal y Neonatología. VOL. 51 Nº 4, 1999: 382-388.
  8. Schlesinger A.E. Neonates and Umbilical Venous Catheters: Normal Appearance, Anomalous Positions, Complications, and Potential Aid to Diagnosis. AJR. 2003 April; 180:1147.

Triple circular de Cordon


Grupos sanguineos



Mononucleosis


Traumatismo con herida abierta

Paciente de 5 años de edad quien fue arrollada por un automóvil presentando una herida abierta en la región frontal derecha con avulsión de tejidos blandos y lesión de músculo frontal y temporal. 

Se realiza el reparo de todas las estructuras.

Síndrome vena cava

El Síndrome de la vena cava superior (SVCS) ocurre cuando la vena cava superior de una persona está parcialmente obstruida o comprimida. La vena cava superior es la principal vena del cuerpo de una persona. Transporta la sangre desde la cabeza, el cuello, la parte superior del tórax y los brazos al corazón. El cáncer suele ser la principal causa del SVCS.

Nueva Escala de Coma de Glasgow

Citocinas

Citocinas: moléculas mensajeras del sistema inmunitario innato y adaptativo 

Para la respuesta inmune, los linfocitos, células dendríticas, macrófagos, neutrófilos y células endoteliales interaccionan por contacto intercelular. Muchas reacciones y funciones de los leucocitos están mediadas por proteínas secretadas llamadas citocinas. 


Las citocinas cuya estructura molecular se ha definido se denominan interleucinas, porque median las comunicaciones entre los leucocitos. La mayoría actúa de forma autócrina o parácrina y pocas veces endocrina.


En la respuesta innata las citocinas que actúan induciendo la inflamación e inhibiendo la replicación viral son el TNF, IL-1, IL-12, los INF tipo I, el INF-γ y quimiocinas. 


Secretadas mayormente por macrófagos, células dendríticas y linfocitos NK.


En la respuesta adaptativa las citocinas las generan principalmente los linfocitos T CD4+ (colaboradores) e inducen la proliferación y diferenciación del linfocito, y activan células efectoras. Las citocinas son la IL-2, IL-4, IL-5, IL-17 y el INF-γ.

Receptores celulares

Receptores celulares de la inmunidad innata 

Los receptores que reconocen moléculas microbianas y los que reconocen moléculas liberadas por células dañadas o necrosadas, en conjunto, se denominan receptores de reconocimiento de patrón y son receptores de membrana, receptores endosómicos y receptores citoplasmáticos. 

Las 4 principales clases de receptores de la inmunidad innata son: el TLR (tipo señuelo), los receptores tipo NOD del citoplasma (NLR), los receptores de lectina tipo C y los receptores tipo RIG para los ácidos nucleicos virales (RLR).

Receptores de tipo señuelo (TLR; Toll-Like-Receptors): en mamíferos existen 10 TLR, están en la membrana plasmática o en las vesículas endosómicas. Su activación genera vías que culminan en la activación de dos factores de transcripción: NF-κB (factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de linfocitos B activados) y los factores reguladores del interferón (antivirales).




Receptores tipo NOD y el inflamasoma: los receptores tipo NOD (NLR), llamados así por quien los descubrió, son receptores citoplasmáticos, reconocen productos de sustancias necrosadas (ácido úrico y ATP liberado), trastornos iónicos (pérdida de potasio) y algunos productos microbianos. Varios NLR envían señales a través de un complejo multiproteínico, el inflamasoma, que activa la caspasa 1 y ésta corta la forma inactiva de la IL-1 para activarla (es un mediador inflamatorio, recluta leucocitos e induce la fiebre). 

Estos receptores pueden detectar lípidos y cristales de colesterol que se depositan en cantidades anómalas en los tejidos, y la inflamación resultante puede contribuir a la diabetes tipo 2 asociada a la obesidad y a la aterosclerosis, respectivamente.

Otros receptores para productos microbianos: los receptores para lectina tipo C (CLR) de la membrana de los macrófagos y células dendríticas reaccionan ante hongos. Los receptores tipo RIG (RLR) están en el citoplasma, detectan ácidos nucleicos virales en células infectadas y estimulan la producción de citocinas antivirales. Los receptores acoplados a proteínas G presentes en neutrófilos, macrófagos y los leucocitos en general, reconocen péptidos bacterianos que tienen N-formilmetionilo; estimula la quimiotaxis. Los receptores para manosa reconocen azúcares microbianos e inducen la fagocitosis.

Reacciones de la inmunidad innata

El sistema inmune innato defiende por dos reacciones principales:

·Inflamación: por medio de citocinas que activan al complemento u otros medios que desencadenan los componentes vasculares y celulares de la inflamación. Los leucocitos reclutados destruyen microbios y células dañadas.
.Defensa antiviral: los interferones tipo I se producen en respuesta a los virus y activan enzimas que degradan los ácidos nucleicos virales e inhiben la replicación viral.




Sistema Inmunitario

Sistema inmunitario 
El sistema inmunitario es vital para la supervivencia porque nos protege de microorganismos patógenos infecciosos que abundan en el medio ambiente.

Respuesta inmunitaria normal 

Los mecanismos de defensa se dividen en 2: inmunidad innata (natural o nativa): es la primera linea de defensa y se refiere a mecanismos que están listos para reaccionar frente a las infecciones, incluso antes de que ocurran; e inmunidad adaptativa (adquirida o específica): consta de mecanismos que se adaptan a los microbios y que son capaces de reconocer sustancias microbianas y no microbianas. Esta es más poderosa que la anterior.

Inmunidad innata 

La inmunidad innata funciona en 3 fases: reconocimiento de microbios y células dañadas, activación de los mecanismos y eliminación de sustancias no deseadas. Los principales componentes de la inmunidad innata son barreras epiteliales que bloquean la entrada de los microbios (piel, vía digestiva y respiratoria), las células fagocíticas (neutrófilos, macrófagos), células dendríticas (presentadoras de antígenos; tienen muchos receptores para detectar microbios o células dañadas), linfocitos NK y varias proteínas plasmáticas (complemento, lectina ligadora de manosa y la proteína C reactiva; surfactante pulmonar es parte de la inmunidad innata).


Purpura de Schonlein Henoch


Es una enfermedad que consiste en puntos de color púrpura en la piel, dolor articular, problemas gastrointestinales y glomerulonefritis (un tipo de trastorno renal).

Causas

La púrpura de Henoch-Schönlein se produce por una respuesta anormal del sistema inmunitario. El resultado es una inflamación de los vasos sanguíneos microscópicos en la piel. Los vasos sanguíneos en las articulaciones, los riñones o los intestinos también pueden verse comprometidos. La razón para que esto ocurra no es clara.
El síndrome usualmente se observa en niños, pero puede afectar a personas de cualquier edad. Es más común en los niños que en las niñas. Muchas personas con esta enfermedad han tenido una afección en las vías respiratorias altas en las semanas previas.

Síntomas

Los síntomas pueden incluir:

Pruebas y exámenes

El proveedor de atención médica examinará el cuerpo y observará la piel. El examen físico revelará úlceras (púrpura, lesiones) cutáneas y sensibilidad articular.
Los exámenes pueden incluir: 
  • Biopsia de piel
  • Análisis de orina
  • Análisis de sangre para buscar otras causas para la inflamación de los vasos sanguíneos, como lupus eritematoso sistémico o hepatitis

Tratamiento

No existe un tratamiento específico para esta enfermedad. La mayoría de los casos desaparecen por sí solos. Si los síntomas no desaparecen, es necesario que tome medicamentos corticosteroides como la prednisona.

Expectativas (pronóstico)

La enfermedad en la mayoría de los casos mejora por sí sola.

Posibles complicaciones

Las complicaciones pueden incluir:
  • Sangrado dentro del cuerpo
  • Problemas renales (en casos infrecuentes)

Cuándo contactar a un profesional médico

Llame a su proveedor si:
  • Presenta síntomas de púrpura de Henoch-Schönlein, en especial si duran más de unos cuantos días.
  • Presenta disminución del gasto urinario después de un episodio de púrpura de Henoch-Schönlein.

Nombres alternativos

Vasculitis leucocitoclástica; Púrpura anafilactoide; Púrpura vascular

Fuente: https://medlineplus.gov

El cirujano 'maleducado' tiene mayor riesgo de complicaciones

Un estudio sobre más de 32.000 pacientes de siete hospitales revela que los cirujanos que generan un mayor número de quejas por trato irrespetuoso al paciente o sus familiares tienen un mayor riesgo de complicaciones quirúrgicas.
El estudio, liderado desde el Centro Médico de la Universidad Vanderbilt (VUMC, por sus siglas en inglés), en Nashville (Tennessee), y publicado en el último número de JAMA Surgery, analizó las quejas presentadas al Servicio de Atención al Paciente en los dos años previos a las intervenciones y las comparó con complicaciones aparecidas hasta treinta días después de estas. El resultado es llamativo: entre los facultativos percibidos como respetuosos y los que hacen gala de un trato abrupto o grosero hay una diferencia de un 14% en incidencias posquirúrgicas de todo tipo, desde infecciones a neumonía, pasando por ictus, problemas cardiovasculares o tromboembólicos, sepsi e infecciones del tracto urinario.
William Cooper, epidemiólogo, catedrático de pediatría y autor principal del estudio. (DM)

"En Vanderbilt llevamos dos décadas investigando sobre reclamaciones de los pacientes y sabemos que los médicos con una tasa de reclamaciones por descortesía mayor que la media tiene mayor número de demandas. Con este estudio confirmamos nuestra sospecha: una incidencia posquirúrgica que cae sobre una relación médico-paciente previamente tensa es más fácil que acabe en demanda judicial", ha comentado William Cooper, epidemiólogo, catedrático de pediatría y autor principal del estudio.
El asunto tiene dos vertientes que preocupan a los autores. Por un lado, no todas las complicaciones son estrictamente quirúrgicas, pero también las incidencias médicas son más frecuentes en pacientes con cirujanos bordes, como si estos contagiaran el problema al resto del equipo.
Por otro, las consecuencias en términos presupuestarios son realmente altas. "Aunque hablamos de solo un 14% de diferencia en el número de complicaciones entre el cirujano más impertinente y el más afable, si lo trasladamos a las 27 millones de intervenciones que cada año se practican en Estados Unidos estaríamos hablando de 350.000 infecciones y otro tipo de efectos adversos que se evitan cuando los miembros de un equipo trabajan bien entre sí", ha indicado Gerald Hickson, vicepresidente senior de Calidad, Seguridad y Prevención de Riesgos en VUMC. En un cálculo conservador, ha indicado Hickson, "el coste de estas complicaciones quirúrgicas que no deberían estar ahí excede los 3.000 millones de dólares anuales".
¿Tiene sentido que los malos modos de un cirujano puedan afectar a la competencia clínica de los miembros del equipo? Hickson no alberga la menor duda: "Si el cirujano es borde con el anestesista, este reducirá la comunicación al mínimo la próxima vez que trabajen juntos; si una enfermera ve que sus avisos para adoptar una medida de seguridad son sistemáticamente ignorados, probablemente acabe siendo reacia a enunciar en voz alta su sospecha de una complicación ante los primeros indicios de esta".
Fuente: Diario Medico

Los diez géneros de bacterias más alterables del cuerpo humano

Lactobacillus Bifidobacterium son algunos de los diez géneros de bacterias más afectados por enfermedades y medicamentos.

Un estudio internacional coordinado por la Universidad CEU San Pablo y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana y la Universidad de Valencia ha revelado que diez de los 5.000 géneros bacterianos que conforman nuestra microbiota se ven muy influidos por factores como las enfermedades y los medicamentos. Asimismo, gracias al estudio del metaboloma se espera que sea posible aplicar a nivel práctico estos conocimientos, cuyos resultados se han publicado en la revista FEMS Microbiology Reviews. Todo ello podría ayudar en el desarrollo de nuevas terapias para prevenir complicaciones asociadas a los déficits bacterianos.


Basándose en estudios previos se ha realizado un análisis comparativo de 105 enfermedades, 68 tratamientos antibióticos y otros 22 tipos de factores -por ejemplo, edad, dietas, medicamentos, tratamientos con prebióticos y probióticos, embarazo, tabaco, clima o zona geográfica donde se reside -. "Gracias a la evaluación de su impacto sobre el metabolismo será posible una aplicación práctica de estos resultados, pues son los metabolitos -compuestos de bajo peso molecular- los que verdaderamente identifican el estado real del organismo", señala David Rojo, investigador de la Universidad San Pablo CEU y primer autor del artículo.
Nuestro cuerpo está habitado por al menos 5.000 géneros de microorganismos que residen en la piel, las mucosas, el tracto respiratorio, la vagina o el tracto digestivo. Esta microbiota presenta peculiaridades y características que se pueden ver alteradas por múltiples factores. El grado y las consecuencias de estas alteraciones dependen de la naturaleza, fuerza y duración de las perturbaciones, así como de su composición y estabilidad. "No todos los microorganismos de nuestro cuerpo son igualmente resistentes o estables", señala Manuel Ferrer, investigador del CSIC en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica de Madrid.
Por otro lado, Coral Barbas, directora del Cembio y catedrática de Química Analítica de la Universidad CEU San Pablo, señala que "aunque todavía falte mucho por hacer, la posibilidad de correlacionar los factores de cambio que perturban la microbiota con ciertos grupos de metabolitos -ácidos biliares, ácidos grasos de cadena corta y aminoácidos- abre la puerta a un posible uso práctico de los mismo en ciertas terapias basadas en estos compuestos que, en el futuro, podrían contribuir de modo decisivo al restablecimiento de nuestra salud, pues cada día tenemos más claro que la microbiota tiene un enorme impacto".
En cuanto a taxonomía, las diez bacterias más susceptibles a las alteraciones son las de los géneros LactobacillusClostridiumBlautiaFaecalibacteriumStreptococcus Enterococcus (filo Firmicutes), Bacteroides Prevotella (filo Bacteroidetes), Bifidobacterium (filo Actinobacteria) y Escherichia (filo Proteobacteria). "Los factores estudiados en esta investigación provocan modificaciones en la cantidad de estos microorganismos. Conocer dicha información es fundamental ya que muchas de estas bacterias tienen un efecto beneficioso en nuestra salud", añade Ferrer.
Los resultados de la investigación reflejan por primera vez que una misma bacteria puede comportarse de manera diferente cuando el organismo está sometido a diferentes perturbaciones, lo que demuestra la importancia de estudiar el metaboloma, punto de encuentro entre el genotipo y el fenotipo. El estudio también sugiere la posibilidad de que una misma bacteria ayude a contrarrestar el efecto negativo de distintas enfermedades mediante mecanismos o moléculas diferentes en cada caso.

Tratamientos

La identificación de los microorganismos y metabolitos beneficiosos para un buen funcionamiento del cuerpo humano, ambos muy sensibles a los cambios del entorno, podría ayudar "en el diseño de nuevos alimentos probióticos enriquecidos con algunas de estas bacterias, dietas o terapias que favorezcan su crecimiento", concluye el investigador del CSIC.

En el estudio también han participado Beata Anna Raczkowska de la Universidad de Bialystok, en Polonia, y la investigadora española Celia Méndez García del Instituto Carl R. Woese para Biología Genómica, en Estados Unidos.

Fuente: Diario Medico 

Dia Mundial de las Enfermedades Raras

Enfermedades raras: cinco años de media para el diagnóstico


Este martes se celebra el Día Mundial de las Enfermedades Raras, término que engloba a unas 7.000 patologías que, por definición, afectan a menos de 5 personas de cada 10.000 habitantes.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), las enfermedades raras afectarían a aproximadamente tres millones de personas en España. El 45 por ciento afectan al sistema nervioso y más de la mitad cursan con manifestaciones neurológicas.
Además, el 85 por ciento de estas patologías se consideran crónicas, mientras que el 65 por ciento son graves e invalidantes. Asociadas en muchos casos a la neurodegeneración, en casi un 50 por ciento de los casos afectan el pronóstico vital del paciente.
La SEN recuerda que la espera media para obtener un diagnóstico de una de estas patologías ronda los cinco años, y que el 43 por ciento de los afectados no dispone de un tratamiento adecuado. En el circuito asistencial, Neurología es la especialidad más demandada por parte de los pacientes.
Jordi Gascón, Coordinador del Comité ad-hoc de Enfermedades Raras de la Sociedad Española de Neurología (SEN), apunta: "La demora diagnóstica hace que los afectados no puedan acceder, en muchas ocasiones, a las terapias disponibles, lo que supone en un 28 por ciento de casos un agravamiento de su enfermedad". Un 20 por ciento de los pacientes esperan hasta 10 años para tener un diagnóstico.

La Federación Española de Enfermedades Raras (Feder) destaca que este año se cumple una década desde que se celebra el Día Mundial de estas patologías. El lema elegido para este Día Mundial es La investigación es nuestra esperanza. La federación ha hecho un llamamiento para generar una acción colaborativa donde confluyan todos los agentes implicados.
Alba Ancochea, Directora de Feder y de su Fundación, ha dicho que el gran objetivo para 2017 es lograr que que se incluya la investigación en enfermedades raras como actividad prioritaria de mecenazgo en los Presupuestos Generales del Estado. El lema  este año por la federación para conmemorar el Día Mundial es 'La investigación es nuestra esperanza'

Fuente: Diario Medico