martes, 28 de febrero de 2017

Los diez géneros de bacterias más alterables del cuerpo humano

Lactobacillus Bifidobacterium son algunos de los diez géneros de bacterias más afectados por enfermedades y medicamentos.

Un estudio internacional coordinado por la Universidad CEU San Pablo y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana y la Universidad de Valencia ha revelado que diez de los 5.000 géneros bacterianos que conforman nuestra microbiota se ven muy influidos por factores como las enfermedades y los medicamentos. Asimismo, gracias al estudio del metaboloma se espera que sea posible aplicar a nivel práctico estos conocimientos, cuyos resultados se han publicado en la revista FEMS Microbiology Reviews. Todo ello podría ayudar en el desarrollo de nuevas terapias para prevenir complicaciones asociadas a los déficits bacterianos.


Basándose en estudios previos se ha realizado un análisis comparativo de 105 enfermedades, 68 tratamientos antibióticos y otros 22 tipos de factores -por ejemplo, edad, dietas, medicamentos, tratamientos con prebióticos y probióticos, embarazo, tabaco, clima o zona geográfica donde se reside -. "Gracias a la evaluación de su impacto sobre el metabolismo será posible una aplicación práctica de estos resultados, pues son los metabolitos -compuestos de bajo peso molecular- los que verdaderamente identifican el estado real del organismo", señala David Rojo, investigador de la Universidad San Pablo CEU y primer autor del artículo.
Nuestro cuerpo está habitado por al menos 5.000 géneros de microorganismos que residen en la piel, las mucosas, el tracto respiratorio, la vagina o el tracto digestivo. Esta microbiota presenta peculiaridades y características que se pueden ver alteradas por múltiples factores. El grado y las consecuencias de estas alteraciones dependen de la naturaleza, fuerza y duración de las perturbaciones, así como de su composición y estabilidad. "No todos los microorganismos de nuestro cuerpo son igualmente resistentes o estables", señala Manuel Ferrer, investigador del CSIC en el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica de Madrid.
Por otro lado, Coral Barbas, directora del Cembio y catedrática de Química Analítica de la Universidad CEU San Pablo, señala que "aunque todavía falte mucho por hacer, la posibilidad de correlacionar los factores de cambio que perturban la microbiota con ciertos grupos de metabolitos -ácidos biliares, ácidos grasos de cadena corta y aminoácidos- abre la puerta a un posible uso práctico de los mismo en ciertas terapias basadas en estos compuestos que, en el futuro, podrían contribuir de modo decisivo al restablecimiento de nuestra salud, pues cada día tenemos más claro que la microbiota tiene un enorme impacto".
En cuanto a taxonomía, las diez bacterias más susceptibles a las alteraciones son las de los géneros LactobacillusClostridiumBlautiaFaecalibacteriumStreptococcus Enterococcus (filo Firmicutes), Bacteroides Prevotella (filo Bacteroidetes), Bifidobacterium (filo Actinobacteria) y Escherichia (filo Proteobacteria). "Los factores estudiados en esta investigación provocan modificaciones en la cantidad de estos microorganismos. Conocer dicha información es fundamental ya que muchas de estas bacterias tienen un efecto beneficioso en nuestra salud", añade Ferrer.
Los resultados de la investigación reflejan por primera vez que una misma bacteria puede comportarse de manera diferente cuando el organismo está sometido a diferentes perturbaciones, lo que demuestra la importancia de estudiar el metaboloma, punto de encuentro entre el genotipo y el fenotipo. El estudio también sugiere la posibilidad de que una misma bacteria ayude a contrarrestar el efecto negativo de distintas enfermedades mediante mecanismos o moléculas diferentes en cada caso.

Tratamientos

La identificación de los microorganismos y metabolitos beneficiosos para un buen funcionamiento del cuerpo humano, ambos muy sensibles a los cambios del entorno, podría ayudar "en el diseño de nuevos alimentos probióticos enriquecidos con algunas de estas bacterias, dietas o terapias que favorezcan su crecimiento", concluye el investigador del CSIC.

En el estudio también han participado Beata Anna Raczkowska de la Universidad de Bialystok, en Polonia, y la investigadora española Celia Méndez García del Instituto Carl R. Woese para Biología Genómica, en Estados Unidos.

Fuente: Diario Medico 

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